Ya vimos en su momento cómo conseguir que los niños comieran
verduras, algo que nunca es fácil, por lo que hoy le toca el turno a las
frutas, que son otro de los alimentos que los niños no ingieren con facilidad,
a pesar de que son muy beneficiosos para ellos, sobre todo por todas las
vitaminas que contienen.
Mete a los niños en la cocina contigo
La primera forma de hacer que los niños coman frutas en meterlos
con nosotros en la cocina, hacerles partícipes a la hora de hacer la comida. A
los niños les encantan los trabajos manuales y dentro de ellos los que más les
gustan son los que hacen que se tengan que manchar las manos, algo de lo cual
nos vamos a aprovechar.
De este modo, lo que hay que hacer es coger las frutas que
no les gustan y pedirles que nos ayuden a hacer un plato con ellas, plato que
por ejemplo pueden ser unas brochetas, ya que es muy sencillo.
Nosotros cortamos la fruta en pedazos, para que no se
corten, y ellos ensartan los trozos en unas brochetas. Aquí, para ir sobre
seguro, podemos ir intercalando trozos de frutas que les gusten con los trozos
de las frutas que no les gustan.
Podemos hacer lo mismo, pero en lugar de poner trozos de
frutas, alimentos saludables que se presten a ser insertados en la brocheta. En
esa otra modalidad, la secuencia sería trozo de alimento que les gusta y trozo
de fruta que no les gusta.
De esta manera, te puedo asegurar al 99% (no al cien por
cien porque los niños son imprevisibles) que se comerán al fin las frutas que
decían odiar, y que con el tiempo no tendrás que hacer brochetas, sino que se
las comerán directamente.
Decirle que las frutas tienen alguna propiedad mágica
Los niños tienen una imaginación desbordante, imaginación
que podemos aprovechar para que se coman las frutas que odian. Así, lo primero
que tenemos que hacer es averiguar algo que el niño quiera ser, lo que no es
difícil porque estará todo el día repitiéndolo.
Por ejemplo, si el niño quiere ser futbolista, le diremos
que si come la fruta que odia se convertirá en un jugador excelente. Si la niña
quiere ser alta como las modelos, o parecerse a su cantante preferida, le
contaremos que comer fruta le ayudará a conseguirlo.
Usad la imaginación
Como podéis ver, al final lo mejor es usar la imaginación
para conseguir que los niños coman lo que tienen que comer. Mi recomendación
final es que los observéis con detenimiento, ya que de su comportamiento os
surgirán muchas ideas para que al final coman esos alimentos que odian, pero
que tienen que ingerir para crecer de forma sana.
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