Es innegable que las fiestas son
la mejor fuente de relajación, entretenimiento y recreación. Las fiestas dejan
una impresión placentera en todos los participantes, no solo ofrecen una
magnífica oportunidad para conocer personas, compartir ideas y pasar el tiempo
junto a quienes más apreciamos, sino que es una oportunidad inigualable para
qué nuestros niños desarrollen sus habilidades sociales. En cuanto al estilo de
las fiestas, los hay tantos como personalidades de niños existen. Un error
común que suelen cometer los padres, es creer que las fiestas infantiles son
similares a las fiestas para adultos, con la única diferencia en la decoración
y estilo.
Las fiestas infantiles tienen un
estilo y razón de ser particular y sui
generis, hay grandes diferencias entre las fiestas organizadas para niños y
aquellas para adultos, debido a las también grandes diferencias en intereses y
preferencias individuales que varían enormemente de acuerdo a la edad y el
entorno. La puesta en marcha de una fiesta infantil, es una tarea bastante
agradable para quienes gustan de organizar eventos. Lo bueno de encargarse de
la puesta en marcha de una fiesta infantil, es que podemos pasar por alto
algunos detalles menores, estos detalles no significa gran cosa para los niños
pues no son especialmente exigentes para este tipo de minucias.
Los niños adoran las ideas
originales y por lo tanto, las fiestas temáticas son una excelente opción para
ellos. La puesta en marcha de una fiesta infantil, requiere un esfuerzo
adicional de imaginación. La clave consiste en lograr una reunión original y
divertida, si los niños no se sienten identificados con la fiesta, el tema de
decoración e incluso la música, existen grandes probabilidades de que no se
diviertan e incluso pasen un mal momento. Por tal razón, es muy importante
hacerlos participar en el diseño de la fiesta, escuchar sus ideas y propuestas
y hacerles saber cuáles de ellas se pueden concretar y cuáles no.
Existen muchas ideas que pueden
ser implementadas para que la fiesta sea especial. No es necesario que
inventemos estilos nuevos, basta con que innovemos lo que ya se conoce. Es muy
importante la selección del ambiente, el salón de fiesta, la decoración, los
elementos temáticos, las invitaciones y finalmente las bebidas y comida, todos
estos elementos deberán ser previamente coordinados con nuestro niño o niña,
ellos disfrutarán el hecho de no solo ser protagonistas de su fiesta, sino
también de ser arquitectos de la misma.
Hablemos un poco más acerca del
tema de la fiesta. Este es un elemento clave para el éxito de la misma, un tema
elegido de forma precisa y según los gustos de nuestro niño, hará que la fiesta
sea un éxito y que nuestro niño la recuerde durante toda su vida. Algunos de
los elementos que se suelen usar en estos días en las fiestas temáticas son:
Caritas pintadas, malabarismo, magia, payasos, etcétera. En el caso de los
magos, ya no se estila simplemente que realicen sus suertes o
prestidigitaciones, también se les suele contratar para que enseñen algunos
trucos a los niños presentes, ellos adorarán esto y no solo pasaran un momento
divertido sino que aprenderán algo de lo cual pueda sentirse orgullosos.
Es necesario conocer bien los
gustos y preferencias del agasajado, hay niños que por naturaleza son muy
activos físicamente, mientras que otros niños o niñas son más del tipo
intelectual, prefieren películas, historias e incluso simplemente conversación.
Muchos adultos cometen el error de proyectar su personalidad e intereses en las
fiestas de sus hijos, recuerden que los protagonistas son ellos y debemos
respetar sus gustos, finalmente debemos tener en cuenta que los niños no son
adultos pequeños, son niños y tienen su propia visión y filosofía acerca de la
diversión.
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