jueves, 28 de mayo de 2015

La salud del recién nacido: primeras pruebas


Los padres primerizos demuestran gran preocupación por la salud de su bebé. En especial se encuentran bastante obsesionados con respecto a su peso, talla y todo lo concerniente a los primeros signos del recién nacido. Hoy en día, los servicios médicos se encargan de realizar todas las pruebas importantes para asegurarse de que la salud del bebé esté óptima.


Cuando el parto ha transcurrido de forma normal, sin mayores contingencias ni complicaciones, los cuidados del bebe recién nacido suelen ser prodigados por una enfermera pediátrica. Sin embargo, si han existido algunas complicaciones o se observan factores de riesgo, por lo general la salud del bebé es vigilada de cerca por un médico pediatra.

El alumbramiento

Ha quedado en la historia, la típica palmadita en las nalgas para que el bebé comience a llorar. Hoy en día se emplean otros métodos, por ejemplo se suele estimular la planta del pie del bebé, aunque en la mayoría de los casos, el niño ya comienza a llorar sólo con el contacto de las manos de la persona encargada del parto.
Luego del parto, se suele secar inmediatamente al bebé y cubrirlo con un paño previamente calentado, con la finalidad de que la temperatura corporal no descienda abruptamente. Tampoco se estila ya, bañar al bebé inmediatamente después del nacimiento o utilizar un aspirador nasal. Las secreciones nasales hoy en día se limpian con una gasa, se emplean otros aditamentos sólo cuando existen problemas respiratorios.

El cordón umbilical

En la actualidad ya no se suele cortar el cordón umbilical de inmediato. Sólo se realiza este procedimiento, cuando está en peligro la salud del recién nacido. Por lo general, se espera a que el cordón deje de latir para recién proceder con la separación.

La prueba de Apgar

Es una prueba que se utiliza para valorar la vitalidad y madurez del bebé recién nacido. Esta prueba emplea cinco parámetros distintos, los cuales son: frecuencia cardiaca, color de piel, tono muscular, respiración y reflejos. Cada parámetro se valora en una escala de cero a dos, asignando el valor de dos a una respuesta perfecta, una respuesta mediana tiene un valor de uno y la ausencia de respuesta tiene el valor cero.
Esta prueba se suele realizar por duplicado para asegurarse que el valor es el correcto. La primera vez, se realiza al minuto del alumbramiento y la segunda, cinco minutos después. Cuando la suma de las cifras individuales se encuentra entre 8 y 10, se considera que el niño está bien. Algunas veces, la primera prueba resulta baja, sin embargo la segunda prueba podría confirmar que los procedimientos de reanimación han sido adecuados.

Pruebas adicionales

El bebé recién nacido también suele pasar por un examen que incluye columna, caderas, cabeza y genitales. Esto se realiza para determinar la presencia de malformaciones u otras alteraciones. Luego de estas pruebas, se le traslada al recién nacido a una zona especial, en la cual estará en observación. En esta zona se realizan otros procedimientos y exámenes.

Se procede a determinar el grupo de sangre, se le higieniza, se le mide y pesa y se le cura el ombligo. Luego de esto, al niño se le suministra una dosis de vitamina K para evitar hemorragias. También se le coloca algún ungüento en los ojos para prevenir la aparición de conjuntivitis. Finalmente, se le suministra una dosis de la vacuna contra la hepatitis B.

Acto seguido, el procedimiento continúa con la identificación del bebé, para esto se le coloca una pulsera y se le toma una huella dactilar. Como mencionábamos, ya no se estila bañar al bebé de inmediato, pues ahora se considera que la capa que lo cubre ayuda a protegerlo del frío y de las infecciones durante esta etapa tan sensible. Esta capa desaparece por sí sola con el pasar de los días.




No hay comentarios:

Publicar un comentario