Estas a pocas semanas de celebrar
el cumpleaños de tu niño y ya tienes en mente algunas ideas para la fiesta de
celebración, probablemente ya dispones de un local, sabes que comidas y bebidas
servirás, que juegos les ofrecerás a los niños y si contrataras o no a payasos,
magos, malabaristas o algún animador. Incluso los padres que ya han pasado
muchas veces por esta situación, suelen cometer algunos errores que vale la
pena revisar para evitarlos y que el día de la fiesta todo sea diversión para
los invitados y organizadores.
Invitar a demasiadas personas
Muchas veces, con la ilusión de
tener la sala llena de invitados y que nuestro pequeño se sienta querido y
agasajado, exageramos invitando a un número demasiado alto de niños. Muchos
padres olvidan que algunos niños acuden acompañados de sus hermanos, por no
mencionar a los padres. Si no se tiene en cuenta esto, muchas veces se termina
con la sala llena de personas, incluso algunas de ellas no tienen como sentarse
y permanecen de pie durante toda la fiesta. Esta es una situación bastante
incómoda tanto para los invitados como para los anfitriones. La solución
consiste en invitar a un número moderado de personas, asumiendo que muchas de
ellas pueden acudir acompañadas. Si nos sentimos inseguros acerca del número de
personas que asistirán, quizá valga la pena alquilar algún local especializado
en fiestas.
Invitar a personas que no se
llevan bien con el niño
Como adultos, podemos pensar que
las diferencias entre niños son superficiales y no deberían ser tomadas muy en
serio. Sin embargo debemos colocarnos en la mentalidad de un niño, a nuestro
hijo no le gustará para nada que invitemos a niños con los cuales no congenia y
se lleva mal. Incluso si nuestro propósito es noble y queremos darle al niño
una lección acerca de la tolerancia y la amistad, deberemos elegir otro día
para dar dicha lección. De lo contrario lo único que lograremos será arruinarle
la fiesta de cumpleaños pues se sentirá incómodo o intimidado con la presencia
de niños con los cuales no se siente a gusto.
No solicitar ayuda
Este error frecuentemente lo
cometen los padres que organizan fiestas por primera vez. En su entusiasmo,
suelen creer que pueden lidiar con todo lo concerniente a la puesta en marcha
de la fiesta: decorar el local, preparar la comida, organizar los juegos,
recibir a los invitados, vigilar a los niños y solucionar problemas que pueden
surgir. En toda fiesta infantil, se recomienda que por lo menos cuatro personas
adultas se encarguen de vigilar y asistir a los invitados. También es de suma
importancia, especificar en las invitaciones a la fiesta, que los niños
pequeños deben acudir acompañados por un hermano mayor, tutor o padre.
No indagar acerca de problemas de
salud
Se han dado muchos casos en los
cuales, niños invitados a las fiestas, han terminado en las salas de
emergencia. No precisamente por accidentes o golpes, sino porque muchos niños
son alérgicos a distintos alimentos, los hay alérgicos al chocolate, a la
leche, al huevo, etcétera. Una manera de prevenir que sucedan estos problemas, es
especificando en las esquelas de invitación, que los padres se contacten con
los organizadores de la fiesta para ofrecer información acerca de problemas de salud
de sus niños, de esta forma podremos salvaguardar la salud de pequeños con
condiciones de salud especiales. Esta información se puede recibir mediante
correo electrónico, mensajes de texto o incluso empleando las redes sociales.
Entretenimiento inadecuado
Muchos padres suelen contratar
payasos y magos, cuyas habilidades y suertes están orientadas para niños
mayores o adolescentes. Hay que tener en cuenta que los niños muy pequeños
podrían asustarse e intimidarse frente a la presencia de estos personajes.
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