Las mamás primerizas suelen estar
confundidas debido a que reciben información contradictoria de diversas
fuentes. Familia, amigos y gente bien intencionada suele bombardear a la mamá
primeriza con información y consejos, muchos de los cuales no tienen fundamento
real y son arrastrados generación tras generación. A continuación algunos
consejos prácticos para las mamás primerizas, basados en lo que los
especialistas recomiendan.
El organismo de mamá
En algunas mujeres, suelen
aparecer algunas venas en la cara, en especial a nivel de los pómulos. No es
necesario alarmarse por esto. Estas venitas marcadas aparecen frecuentemente
cuando se ha tenido un parto natural y es normal que luego de haber realizado
un esfuerzo durante el alumbramiento, aparezcan algunas surcando el rostro. No
hay porqué preocuparse innecesariamente ya que luego de algunos días
desaparecerán sin necesidad de tratamiento alguno.
En algunos casos, la mamá ha
pasado por un procedimiento de episiotomía, en tales casos, podría existir un
cierto ardor a la hora de orinar. Esto es fácil de evitar, simplemente hay que
inclinarse ligeramente hacia atrás, de esta forma se evita que la orina roce la
zona implicada.
También es común que exista
micción durante los estornudos, tos o incluso al reírse. Para esto se
recomiendan realizar los ejercicios Kegel. Estos ejercicios son bastante
simples, consisten en realizar movimientos de contracción de los músculos
pelvianos, básicamente es el movimiento que se realizaría si se quisiera
interrumpir el flujo de orina.
Algunas madres, sufren de hemorroides
al poco tiempo de dar a luz. Este cuadro puede aliviarse simplemente con baños
de inversión en agua ligeramente tibia.
En el caso de que el parto haya
sido mediante cesárea, está totalmente contraindicado que la madre levante
objetos pesados. Esto en especial durante las primeras semanas.
Muchas mujeres, luego del parto
experimentan sudores nocturnos abundantes. Esto es completamente normal, ya que
el cuerpo está eliminando el líquido acumulado durante la gestación.
El bebé recién nacido
Los padres primerizos suelen
mostrar preocupación cuando observan que la piel del bebé recién nacido es casi
transparente. Esta apariencia es totalmente normal y se debe a que los tejidos
del bebé están recién madurando. También es totalmente natural que la piel esté
muy arrugada los primeros días, lo cual se debe a que el bebé ha estado inmerso
en líquido amniótico durante nueve meses.
Cuando un niño ha nacido
prematuramente, una capa bastante fina de bello suele recubrir su cuerpo, esta
capa se conoce como lanugo y desaparecerá por si sola en pocas semanas, sino
días.
Durante sus primeros días, muchas
veces los bebés parecen ponerse bizcos. Esto también es completamente normal y
se debe a que en esa etapa tan temprana, los bebés todavía no ejercen un control
completo sobre los músculos oculares. Con el pasar de los días esto se
corregirá.
El tema de los pañales
Se le conoce como meconio a la
primera deposición de un bebé. El meconio tiene siempre una coloración oscura,
sin embargo, progresivamente las heces tenderán a aclararse y a adquirir una
consistencia granulosa.
Los expertos recomiendan que el
pañal se cambie 12 veces al día. Al cambiar el pañal, se debe higienizar al
bebé con agua tibia y luego secarlo bien. Luego de la limpieza, se le puede
dejar unos minutos sin pañal para que la piel se airee.
La alimentación del bebé
La leche materna, es
definitivamente el alimento más completo que se le puede ofrecer a bebé recién
nacido.
Los estudios demuestran que,
aquellas madres que amamantan a su bebé, tienden a recuperar su peso habitual
de forma más rápida y sufren menos de depresión posparto.
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