sábado, 7 de marzo de 2015

Empiezan a hablar: ¡Prepárate!

A partir de que cumplen un año, los niños empiezan a soltar sus primeras palabras, mientras los padres estamos pendientes si dijo primero mamá o papá.
Lo cierto es que el proceso de adquisición del lenguaje no evoluciona en todos los niños de la misma manera y, por ello, debemos saber que no siempre comenzarán a hablar todos a la misma edad.
Son muchos los padres que están muy preocupados cuando sus niños, al cumplir los dos años, todavía hablan mal o casi no hablan, pero los especialistas aseguran que esto está dentro de la normalidad. Si se tratara de un problema más severo, seguramente se detectará antes de cumplir los dos años; como es el caso de la sordera o el autismo (aquí entran en juego otras señales que nos darán la alarma)
También hay que tener en cuenta que las niñas hablan antes. Esto se debe a que utilizan los dos hemisferios del cerebro influenciado, también, por el sistema hormonal.
Como estimularlos
Ellos nos escuchan todo el tiempo y a medida que vayan aprendiendo palabras intentarán utilizarlas para comunicarse, primero, con nosotros, los padres.
Aún antes de saber ninguna palabra, la comunicación comienza con el bebé haciendo sonidos y nosotros repitiéndolos, así se dan cuenta de que al emitir un mensaje hay una respuesta o una reacción del otro.
Lo más importante es hablarle a nuestro peque como hacemos con otro adulto, con claridad y dulzura, llamando a las cosas por su nombre. No hay que decirle “tu, tu” en lugar de coche, o “guau, guau” cuando hablamos de un perro. Tampoco pronunciar mal como lo hacen ellos, o como creemos que lo harían.
Hay que intentar hablar mucho con nuestros hijos, explicándoles acciones que vamos realizando, así les será más fácil de ir entendiendo: “Ahora mamá te está poniendo los zapatos”, “Ahora te peino”, “Ponemos música”, “Estoy barriendo”, etc.
No atormentarlos
Cuando comienzan a hablar es muy frecuente que pronuncien o digan mal las palabras, NO debemos intentar que las repitan hasta que les salgan bien. Simplemente, les contestamos utilizando la misma palabra pero de manera correcta y así la irá aprendiendo sin sentirse mal. Otro error es apurarlos cuando intentan decir algo y balbucean. Hay que darles tiempo y el problema desaparecerá.
Es importante que cuando quieran comunicarse con nosotros, estemos MUY atentos e interesados (dejando de lado el móvil, la televisión o la charla con otro adulto) y hacerle otras preguntas en relación a lo que nos está explicando. En definitiva, establecer un diálogo.
Compartir
A través del juego y de los momentos compartidos, tendremos un sinfín de oportunidades para estimular el lenguaje de los peques prácticamente sin darnos cuenta.
Por ejemplo, al bañarlos o ponerles crema podemos decirle cómo se llaman las partes del cuerpo. La hora del cuento, antes de dormir, nos permite un momento en el que tenemos toda su atención y nos escucharán cada palabra para irlas aprendiendo. Dando un paseo por el parque, les podemos señalar los árboles, las fuentes, las nubes, mientras las nombramos.
Poco a poco, todas esas palabras las irá incorporando y cuando menos nos demos cuenta será una máquina de hablar.
Cuándo ir al logopeda
Si, así y todo, sospechamos que algo no va bien, no hay que dudar en consultar con el especialista. A pesar de que muchos problemas se resuelven a medida que crecen, puede haber otros que si los tratamos con tiempo serán más fáciles de solucionar. Así que siempre está bien consultar con los que han estudiado para determinar si tu niño necesita o no ayuda.
En principio, cuando el niño cumpla los dos años o dos años y medio, ya puede mantener una conversación sencilla y responder preguntas. Pero si no es así, sólo será cuestión de darles un poco más de tiempo.


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