viernes, 13 de marzo de 2015

Mi bebé no para de llorar

Si hay algo desesperante es escuchar llorar a nuestro niño y no saber qué hacer para consolarlo. Lo malo es que es muy difícil saber qué le está pasando porque no pueden decirlo con palabras y ellos dependen por entero de nosotros. Llorando buscan una respuesta nuestra. Intentaré resumir los motivos que pueden hacer que el peque estalle en lágrimas y algunos trucos que podemos intentar para que se calmen.

Cuando tienen hambre
Si no lo puedes calmar, aunque intentes de muchas maneras, es probable que tenga hambre. Es el motivo más habitual por el que llora un bebé y es un llanto desconsolado. Hay algunas madres que se rigen por un horario para alimentar a su bebé (el pecho o el biberón cada tres horas, por ejemplo) Esto es correcto cuando se trata de biberón, pero en el caso de que tomen pecho, es mejor regirse por lo que pida el bebé: a demanda, que se llama. Su estómago es pequeño y, además, no sabemos cuánto ha bebido. Así que ya sabes: si llora desconsoladamente, prueba de darle la leche, es posible que tenga hambre.
Cólicos
Cuando cae la tarde o por la noche, los bebés suelen sufrir los cólicos del lactante. Esto es normal hasta los cinco meses: el bebé enrojece, aprieta los puños, encoge las piernas, puede arquear la espalda y el llanto es muy potente. Pueden durar cortos períodos o varias horas seguidas y los esfuerzos por consolarlo suelen ser inútiles. Hay que armarse de paciencia para calmarlo y acompañarlo en esos momentos difíciles. Más abajo se explica algunas ideas para poner en práctica.
Quiere cariño
Los bebés necesitan el contacto físico con la madre. Es muy importante sentir la piel, el latido del corazón, el abrazo, la voz de mamá cerca para sentirse seguro. Simplemente, no se lo neguemos. No es malcriar a nuestro bebé tenerlo en brazos, sino hacer que crezca feliz y seguro.
Tiene sueño
En poco tiempo uno aprende a reconocer cuando el bebé llora por sueño. Generalmente el llanto es como una queja y va acompañado de otras señales inconfundibles como frotarse los ojos con las manos o dejar la mirada perdida.
Si durante el día han tenido mucho estímulo (visitas, mimos, juegos, etc) a la noche les costará dormir. Los podemos ayudar creando un ambiente agradable, con luz tenue y sin ruidos, para que le sea más fácil conciliar el sueño.
Mucho calor o mucho frío
Los bebés pueden llorar con los cambios bruscos de temperatura. Es el caso de cuando están calentitos y los desnudamos para cambiar el pañal o bañarlos. Simplemente, tenemos que intentar hacerlo lo más rápido posible y en un lugar cálido. Además, es importante no abrigar demasiado al bebé, tan sólo una capa de ropa más que nosotros ya estará bien. Se recomienda que la temperatura de la habitación esté en 18 grados.
El pañal está sucio
Este motivo es el más fácil de detectar y de solucionar. Si el bebé llora, lo primero que hacemos es espiar el pañal (a veces ni siquiera hace falta porque el olfato ya nos da la señal de alarma) En general cuando lloran por un pañal sucio, es porque tienen irritada la piel. En ese caso, al cambiarlo y luego de limpiarlo bien, le pondremos una crema especial para piel irritada del bebé.
Otros motivos
Si el llanto no es por ninguno de los motivos anteriores, no hay que dudar en consultar al médico, sobre todo si va acompañado de otros síntomas como pueden ser: dificultad al respirar, fiebre, diarrea, vómitos o estreñimiento.
Ideas para consolar a tu bebé
1- Hacerle escuchar un sonido constante y repetitivo (les recordará a cuando estaba dentro del útero) como el de una lavadora, secador de pelo, o alguna grabación especial.
2- Mecerlo. En brazos, en el carro o en un paseo en coche.
3- Hacerle un masaje en la barriga o la espalda con un aceite para bebés.
4- Cuando alimentes al bebé, cambia de posición si está incómodo (más vertical), hazlo eructar después de comer.
5- Dejar que chupe algo. El pecho, un dedo limpio o el chupete lo tranquilizarán (ayudan a que se les regularice el ritmo cardíaco y a relajar la barriga)
6- En algunos bebés puede ser un buen calmante un baño de agua caliente (a una temperatura correcta para el niño)
No es tu culpa
Durante unos meses será difícil y estresante calmar el llanto de nuestro bebé, pero tienes que tener muy claro que no es tu culpa. Si has hecho todo lo posible, solo queda calmarlo con mucho cariño.
Intenta también relajarte tú para no trasmitir nerviosismo al bebé: respira profundamente, pon música tranquila y agradable, pide ayuda o participa de algún grupo de padres para compartir experiencias.
Es una etapa que hemos de pasar; no dura mucho. Cuando nos demos cuenta nuestro bebé hablará y nos explicará lo que le pasa. Mientras tanto, debemos intentar entenderlo y contenerlo con mucho amor.

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